¿QUÉ ES?
El comportamiento del recién nacido abarca las respuestas y reacciones innatas que manifiesta el bebé frente a su nuevo entorno tras el nacimiento. Estas respuestas están directamente relacionadas con el desarrollo y funcionamiento de sus sentidos desde el primer día de vida. Los recién nacidos presentan una preferencia por mantenerse en una posición fetal, con los brazos y piernas flexionados y los dedos apretados, lo cual es una reminiscencia de su tiempo en el útero. Exhiben una serie de comportamientos y reacciones como gruñidos, chillidos, suspiros, estornudos, e incluso hipo, que son en gran parte respuestas a estímulos externos. El reconocimiento de voces, preferencia por sabores dulces, sensibilidad al tacto, y una visión que se ajusta a un rango específico de distancia son aspectos clave del comportamiento neonatal.
¿QUÉ HACER COMO PADRES?
Fomentar el contacto físico: El tacto es esencial para el desarrollo emocional y físico del recién nacido. Abrazar y acariciar a su bebé no solo le brinda seguridad y comodidad sino que también fortalece su vínculo afectivo.
Hablar y cantarle al bebé: Dado que los recién nacidos reconocen las voces de sus padres, hablarles y cantarles regularmente ayuda a fortalecer ese reconocimiento y fomenta su capacidad de aprendizaje auditivo.
Ofrecer estímulos visuales adecuados: Aprovechar el rango de visión de 8 a 12 pulgadas para estar cerca y hacer contacto visual durante la lactancia y otros momentos de interacción. Utilizar patrones en blanco y negro o de alto contraste para estimular su visión.
Responder a sus señales: Prestar atención a los diferentes sonidos y movimientos que el bebé hace para aprender a distinguir cuándo necesita consuelo, alimentación o simplemente descanso.
Crear un ambiente reconfortante: Mantener un entorno que brinde sensaciones agradables al tacto, como sábanas suaves y ropa cómoda, y que evite cambios bruscos de temperatura o exposición a olores y sabores fuertes.
¿CUÁNDO BUSCAR AYUDA PROFESIONAL?
Dificultades con la alimentación o el sueño: Si el recién nacido tiene problemas para alimentarse o establecer un patrón de sueño saludable, puede ser útil buscar el consejo de un pediatra.
Reacciones inusuales a estímulos sensoriales: Si parece haber una respuesta exagerada o insuficiente a estímulos visuales, auditivos o táctiles, podría ser indicativo de problemas de desarrollo sensorial.
Problemas de visión: Aunque es normal una cierta desviación en la mirada durante los primeros meses, si los ojos del bebé no parecen enfocar adecuadamente o sigue presentando signos de estrabismo después de los tres meses, es importante consultarlo con un pediatra.
Preocupaciones sobre el desarrollo del lenguaje: Si no se observan intentos de balbuceo o de emisión de sonidos diferentes al llanto pasados los primeros meses, podría ser conveniente discutirlo con un especialista.
El comportamiento del recién nacido es un complejo sistema de respuestas y reacciones que evoluciona rápidamente durante las primeras semanas y meses de vida. Los padres juegan un papel crucial en proporcionar un ambiente que fomente el desarrollo saludable a través de la interacción, el cuidado y la observación atenta. Ante cualquier duda o preocupación, es siempre recomendable buscar la orientación de profesionales de la salud para asegurar el bienestar y desarrollo óptimo del bebé.
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